BEIJING, 14 de noviembre de 2022 /PRNewswire/ -- China Focus abre un nuevo tema especial sobre la revitalización rural a través del arte. La función es aportada por Qiao Xiaoguang, quien es director del Comité de Arte de Corte de Papel de la Asociación de Arte y Literatura Popular China y profesor en la Academia Central de Bellas Artes.
Al entrar en el Museo de Arte y Cultura de la Seda Dongyun de Beijing, se ven todo tipo de telares: un telar de Laoguanshan de la dinastía Han del Oeste, un telar de brocado de Nanjing, un telar de terciopelo originario de Zhangzhou, provincia de Fujian, y telares de jacquard de la etnia dai. El dueño de todos los telares es Ni Dongkan, un hombre de la provincia de Zhejiang de casi cincuenta años.
Un aprendizaje por toda la vida
Ni Dongkan nació en la ciudad de Shaoxing, en Zhejiang, en el seno de una familia dedicada a la cría de gusanos de seda. Sus abuelos eran expertos en esta materia, así como en el cultivo de moras. "Cuando era joven, mi ciudad estaba llena de moreras. Todos los días cargaba una mochila y caminaba por el bosque de moreras para ir a la escuela", recuerda.
En 2015, Ni fundó el Museo de Arte y Cultura de la Seda Dongyun de Beijing en el Área Artística Songzhuang, en la capital china, para la promoción de la cultura tradicional del tejido de seda. Asimismo, ha dedicado gran parte de su tiempo a la restitución de telas antiguas consideradas reliquias culturales, especializándose en el uso de materias primas, el grosor de la fibra, los tintes y otras materias relacionadas con este campo.
Reto y esperanza
Ni Dongkan cree que el traspaso de este herencia es fundamental para su supervivencia a futuro. Si nadie hereda las habilidades, será difícil que las generaciones futuras puedan reproducirlas. Un ejemplo es el caso de la tela desenterrada de la tumba de Mawangdui de la dinastía Han. "Si no la hubiéramos visto con nuestros propios ojos, habríamos pensado que era imposible que los antiguos chinos de hace 2000 años hubiesen confeccionado telas de tal nivel. Sin embargo, el empleo de técnicas de tejido de seda era común en ese momento y hoy en día no las podemos replicar porque la habilidad ya se ha perdido y no sabemos cómo", dice Ni con pesar.
Además de la pérdida de habilidades y la falta de personas interesadas en continuar con este legado, hay otros elementos que también preocupan a Ni Dongkan. Para convertirse en un tejedor de seda de alto nivel, se requiere seguir un largo camino: los primeros tres a cinco años son de entrenamiento para adquirir las habilidades necesarias y familiarizarse con distintas clases de tejidos, seguidos por la práctica diaria por el resto de la vida para perfeccionarse. El rubro tampoco reporta grandes ingresos, lo que añade otra cuota de complejidad a la conservación de esta artesanía. Incluso, si uno puede soportar las largas y tediosas sesiones de entrenamiento, las presiones financieras pueden disuadir a muchos jóvenes.
Contacto: Bai Shi
Tel: 008610-68996995
Correo electrónico: [email protected]
Logo - https://mma.prnewswire.com/media/1927890/logo_china_focus.jpg
FUENTE China Focus
WANT YOUR COMPANY'S NEWS FEATURED ON PRNEWSWIRE.COM?
Newsrooms &
Influencers
Digital Media
Outlets
Journalists
Opted In
Share this article