Huawei presentó un importante artículo titulado "El dividendo digital: la madurez de las TIC impulsa el crecimiento económico" en GITEX GLOBAL 2024
DUBÁI, EAU, 17 de octubre de 2024 /PRNewswire/ -- En GITEX GLOBAL 2024, Huawei presentó un importante artículo titulado "El dividendo digital: la madurez de las TIC impulsa el crecimiento económico":
Lo imperativo de la transformación digital
Nuestros mundos físico y digital están cada vez más entrelazados e impulsados por avances en la IA, 5G-A y computación en la nube. Esta convergencia, conocida como la Cuarta Revolución Industrial, está dando una nueva forma a los negocios a un ritmo extraordinario, a la vez que acelera el crecimiento global. De hecho, en los próximos cinco años, se espera que la digitalización y la inteligencia representen el 70 % del crecimiento económico mundial total[1]. Desde ciudades inteligentes que optimizan el uso de la energía hasta diagnósticos médicos impulsados por IA, el impacto ya está cambiando la forma en que funcionan las sociedades. Al reconocer estas oportunidades, más de 170 países han desarrollado estrategias nacionales centradas en la transformación digital impulsada por la IA.
El vínculo entre el avance tecnológico y el crecimiento económico es un camino muy transitado. Desde la máquina de vapor hasta la línea de ensamblaje, cada revolución industrial ha redefinido nuestro panorama económico. Sin embargo, esta revolución digital actual está teniendo un impacto descomunal debido al rápido ritmo de la innovación y su profundo impacto en la forma en que las empresas están transformando las operaciones.
El nuevo Índice de Digitalización Global o GDI creado conjuntamente con IDC mide el progreso de esta transformación digital en todos los países, destacando la clara conexión entre la madurez de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) de una nación y su prosperidad económica. Más importante aún, la investigación demuestra cómo las inversiones estratégicas en infraestructura digital aceleran significativamente el crecimiento económico y muestra cómo los países en diferentes etapas de madurez digital pueden aprovechar esta transformación para impulsar sus economías.
El panorama de la madurez digital
El informe de GDI de 2024, basado en el Índice de Conectividad Global anterior, se basa en investigaciones con académicos y expertos e incluye 77 países, que representan el 93 % del PIB mundial y el 80 % de la población mundial. Categoriza a las naciones en tres grupos: pioneros, adoptantes e iniciadores. Cada grupo refleja una etapa diferente de madurez digital, con líderes como EE. UU., China y Singapur liderando tanto en conectividad ubicua como en bases digitales. Los adoptantes como España y Malasia están expandiendo rápidamente sus capacidades digitales, y los principiantes como Vietnam están sentando las bases para su futuro digital.
La creciente brecha de inversión en infraestructura digital es particularmente notable. De 2019 a 2023, la proporción de crecimiento de la inversión en infraestructura digital entre los pioneros, los adoptantes y los principiantes se situó en 18:3:1, con un aumento promedio anual de 7.200 millones de dólares, 1.100 millones de dólares y 400 millones de dólares, respectivamente. Esta disparidad no es solo un número: es un indicador potente de las trayectorias económicas divergentes que enfrentan estas naciones, ya que la investigación muestra que cada inversión de 1 dólar en transformación digital proporciona un retorno de 8,3 dólares para la economía digital de un país.
El efecto del dividendo digital
En el corazón de los hallazgos del informe se encuentra una poderosa revelación: para los países pioneros, cada aumento de un punto en la puntuación del GDI se traduce en un aumento de 945 dólares en el PIB per cápita. Este impacto económico es 2,1 veces mayor que para los países adoptantes y 5,4 veces mayor que para los principiantes. Este es el efecto del dividendo digital en acción.
¿Pero qué impulsa este efecto? La respuesta está en la dinámica ecosistémica de las economías digitales maduras. En las naciones pioneras, vemos ecosistemas digitales avanzados donde tecnologías como IA, IoT y computación en la nube operan entre sí sin problemas.
Estos ecosistemas fomentan los efectos de red, donde el valor de los servicios digitales aumenta de forma exponencial con cada nuevo usuario o conexión. Además, la acumulación y el uso inteligente de los datos impulsan la innovación a un ritmo que no se ve en las economías menos maduras a nivel digital.
Considere el puerto de Tianjin en China, donde la integración de 5G, la nube, la inteligencia artificial y la energía verde ha dado como resultado una terminal inteligente sin emisiones de carbono. Esta transformación digital ha llevado a una reducción del 50 % en el tiempo de trasbordo de contenedores y una disminución del 17 % en el consumo de energía en comparación con las terminales tradicionales. Es un microcosmos de cómo la madurez digital amplifica la eficiencia económica y la sostenibilidad.
La naturaleza compuesta de las inversiones digitales
Lo que hace que el efecto de dividendo digital sea tan potente es su naturaleza compuesta. Las tecnologías digitales no existen de forma aislada, se basan y mejoran entre sí. La implementación de redes 5G, por ejemplo, no solo mejora la conectividad; permite la informática de vanguardia, las aplicaciones de IA en tiempo real y las implementaciones de IoT a escala. Este efecto compuesto crea un círculo virtuoso de innovación y crecimiento.
Además, a medida que estas tecnologías evolucionan, generan grandes cantidades de datos. En las economías digitalmente maduras, estos datos se convierten en un nuevo factor de producción, impulsando los sistemas de IA que aceleran aún más la innovación y las ganancias de productividad. Es un ciclo de autorrefuerzo que explica por qué las naciones digitalmente avanzadas pueden extraer mucho más valor de las mejoras incrementales en sus puntajes de GDI.
Cerrar la brecha: un llamado a la acción
El efecto de dividendo digital representa tanto un desafío como una oportunidad. Para las naciones Starter y Adopter, enfatiza la urgente necesidad de acelerar la transformación digital para evitar quedarse atrás. Sin embargo, también ofrece una hoja de ruta para superar las etapas de desarrollo e identifica cuatro habilitadores del mundo inteligente, la conectividad ubicua, los fundamentos digitales, la energía verde y tiene un ecosistema y una política de apoyo, que garantiza que cualquier desarrollo digital sea sostenible y resistente.
Los principiantes deben priorizar la construcción de una infraestructura de conectividad sólida, tanto de banda ancha fija como móvil. La investigación muestra que los países que sobresalen en ambas (con velocidades de banda ancha fijas >150 Mbps y móviles >80 Mbps) registran transacciones de comercio electrónico per cápita significativamente más altas, lo que habilita un mayor potencial económico digital.
Indonesia, un país "principiante" en el GDI, completó recientemente su iniciativa nacional de desarrollo de fibra óptica. Esto proporciona acceso a Internet a casi 6 millones de personas en 57 ciudades y distritos, con otros 16,4 millones de personas. La red 4G de Indonesia cubre más del 94 % de las ciudades y pueblos, y la tasa de penetración de Internet del país es del 79,5 %. Este desarrollo coordinado ha permitido a Indonesia convertirse en el mayor mercado de comercio electrónico en el sudeste asiático. En 2023, su economía digital alcanzó los 82 mil millones de dólares y se crearon más de 15 empresas unicornio. Para 2030, se prevé que la economía digital del país supere los 210 mil millones de dólares.
Los adoptantes deben centrarse tanto en la conectividad como en los fundamentos digitales. Las inversiones en centros de datos, servicios en la nube y capacidades de IA pueden ayudar a estas naciones a acelerar su recorrido hacia la madurez digital. El plan de expansión del centro de datos de México ejemplifica este enfoque. Para 2029, el país tiene como objetivo establecer 73 nuevos centros de datos, complementando sus 15 existentes. Se espera que esta iniciativa impulse el PIB nacional y cree 68.198 empleos directos e indirectos. Estas inversiones específicas en infraestructura digital demuestran cómo los países adoptantes pueden aprovechar la tecnología para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo en sectores clave.
Para los Frontrunners, el desafío es mantener su ventaja. Esto requiere no solo de invertir continuamente en tecnologías de vanguardia, sino también en desarrollar el talento y las políticas necesarias para aprovechar al máximo estas innovaciones. Nuestros datos muestran que, si bien la proporción de graduados de STEM es similar en todos los grupos (alrededor del 25 %), los pioneros convierten el 95 % de estos graduados en profesionales de las TIC, en comparación con solo el 15 % en los países de inicio.
El futuro de la economía digital
A medida que miramos hacia el futuro, las tecnologías emergentes como la computación cuántica y los sistemas avanzados de IA prometen amplificar aún más el efecto del dividendo digital. Estas tecnologías tienen el potencial de resolver problemas complejos en campos que van desde el descubrimiento de fármacos hasta la modelización climática, creando nuevos vectores para el crecimiento económico.
Además, nunca se insistirá lo suficiente en el papel de la infraestructura digital para garantizar la resiliencia económica. La pandemia de COVID-19 demostró cómo las naciones digitalmente maduras estaban mejor equipadas para adaptarse a las interrupciones, manteniendo la actividad económica a través del trabajo remoto, la educación en línea y los servicios digitales.
Las decisiones que tomemos hoy para invertir en nuestro futuro digital determinarán las trayectorias económicas de las naciones en las próximas décadas. El efecto de dividendo digital nos muestra que en la carrera hacia la madurez digital, las apuestas nunca habían sido tan altas, pero tampoco tenían las recompensas potenciales.
[1] 1 Foro Económico Mundial (FEM) |
Foto - https://mma.prnewswire.com/media/2532155/GDI_website.jpg
FUENTE HUAWEI TECHNOLOGIES CO., LTD.
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