Los inmigrantes narran experiencias cercanas a la muerte

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A la vez que el mundo lucha para hacer frente a la peor crisis de inmigración en Europa, más de 3.500 personas han muerto intentando cruzar el Mar Mediterráneo durante el año 2016.   

     (Photo: http://photos.prnewswire.com/prnh/20161018/429622 )

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Mientras que los titulares alertan sobre de las estadísticas acerca de los inmigrantes con sentencia de muerte en busca de mejores oportunidades económicas en Europa, las angustiosas vivencias personales de los que llevan a cabo estos viajes a menudo quedan en el anonimato. 

La Sinagoga, Iglesia de Todas Las Naciones (SCOAN), una iglesia con sede en Lagos, Nigeria, ha ayudado con asiduidad a los deportados, quienes tras llevar cabo este viaje arrepentidos, visitan la iglesia necesitados de apoyo financiero y psicológico.

El domingo 16 de octubre del 2016, un grupo de deportados nigerianos de Libia compartió detalles abominables de las circunstancias inhumanas sufridas en sus viajes para entrar en Europa a través del Norte de África y cruzando el Mediterráneo.

Tracy Stephen, de 23 años y procedente del estado de Edo, Nigeria, hablaba con lágrimas en nombre del grupo de 52 personas, en La SCOAN, durante la emisión en directo realizada por Emmanuel TV. Recordó los horribles detalles de la tortura, el abuso y el agotamiento, como beber agua de un pozo con un cadáver dentro, llegar casi a ahogarse cuando se hallaba escondida en un camión cubierta con melones como camuflaje, y ser testigo de cómo eran violadas niñas adolescentes a punta de pistola por sus traficantes.

Afortunada por estar viva, su intento de llegar a Italia resultó casi mortal cuando la embarcación sobrecargada de gente, en la que se había embarcado, se quedó sin combustible. «No había salvavidas y ninguno de nosotros sabía nadar», indicó añadiendo que había niños y bebés entre las 140 personas apiñadas abordo.

Rescatados finalmente por la Guardia Costera de Libia, se mostró conmocionada durante los tres meses anteriores a su repatriación a Nigeria, a través de la intervención de la Organización International para las Migraciones (OIM), que posteriormente suministró un vehículo para llevar a los deportados a La SCOAN en reconocimiento de los esfuerzos humanitarios de la iglesia.

La narración de Stephen fue una de las numerosas historias perturbadoras, incluyendo además la de una señora cuyos dos niños tuvieron que beberse su orina para poder sobrevivir. Aunque los congregados y espectadores de Emmanuel TV se mostraron impresionados al escuchar estos horribles relatos, T.B. Joshua aconsejó advirtiendo a los que estén planeando realizar viajes similares: «Es allí donde Dios desea que lo hagas que lo harás, no dónde tú deseas hacerlo o donde tú admiras.»

En apoyo a los oprimidos deportados, T.B. Joshua entregó un regalo por valor de 10 000 000 N (33 000 dólares estadounidenses) por grupo, recibiendo 150 000 N (500 dólares estadounidenses) junto a dos sacos de arroz cada uno,  para "empezar sus vidas de nuevo".