La Asociación del Alzheimer en EE.UU. lanza un estudio de 20 millones de dólares para prevenir el deterioro cognitivo
– Resultados de 4.000 participantes, ref.: Impacto de los biomarcadores con amiloide en imágenes cerebrales en la gestión médica
– Posible prueba de sangre para amiloides
LONDRES, 19 de julio de 2017 /PRNewswire/ -- La Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) ha anunciado hoy el lanzamiento de un estudio clínico de dos años y 20 millones de dólares para evaluar, a través de una intervención multidimensional del estilo de vida, la probabilidad de prevenir el deterioro cognitivo y la demencia en 2.500 adultos de edad avanzada que no muestran trastornos cognitivos en la actualidad, pero que tienen un riesgo elevado de padecer deterioro cognitivo más adelante. El anuncio tuvo lugar en Londres en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (AAIC 2017 en sus siglas en inglés).
El estudio de gran escala estadounidense para PrOteger a través de una INTErvención del estilo de vida para Reducir riesgos (US POINTER) incluirá ejercicio físico, orientación nutricional y modificación de los hábitos alimenticios, estimulación cognitiva y social, y una mejora de la gestión personal de condiciones médicas. La captación de participantes para el estudio comenzará en 2018.
En AAIC 2014, la doctora Miia Kivipelto, catedrática del Instituto Karolisnka (Suecia) y del Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Helsinki (Finlandia), y sus compañeros informaron sobre los resultados del estudio FINGER –el primer ensayo aleatorio y controlado que demuestra que es posible prevenir el deterioro cognitivo utilizando una intervención multidimensional del estilo de vida en individuos de edad avanzada en riesgo. Los resultados recalcaron la importancia de tener en cuenta diversos factores de riesgo de demencia como una estrategia para proteger la salud del cerebro. El modelo FINGER está siendo copiado en la actualidad en los Estados Unidos, Europa, Singapur y Australia —incluyendo a gente de diferentes culturas y zonas geográficas—.
«Ahora podemos prevenir y tratar de forma efectiva las enfermedades cardíacas con una combinación de fármacos y hábitos de estilo de vida. Ésto es también el caso de algunos cánceres y del VIH/SIDA. Lo mismo podría también ser cierto para la enfermedad del Alzheimer y otras demencias en un futuro no muy distante», ha declarado la doctora María C. Carrillo, directora científica de la Asociación del Alzheimer.
«Debemos evaluar todas las opciones para tratar y prevenir esta horrible enfermedad. Debemos encontrar respuestas para los millones de pacientes que mueren de Alzheimer, para sus familias y para las decenas de millones que se verán afectados si no actuamos ahora. La Asociación del Alzheimer está extremadamente orgullosa de poner en marcha este estudio clínico en colaboración con nuestros colaboradores científicos», ha apuntado Carrillo.
Otras noticias anunciadas hoy en AAIC 2017:
- Resultados provisionales del estudio IDEAS, que examina el impacto de la gestión médica en las imágenes a través de la tomografía por emisión de positrones (PET en sus siglas en inglés) en el cerebro para la detección de la proteína amiloide. La proteína amiloide forma las placas cerebrales características de la enfermedad de Alzheimer.
- Un posible biomarcador circulante para la amiloide en el cerebro.
- Nuevas ideas sobre cómo la proteína amiloide y la proteína tau se extienden a través del cerebro de personas con Alzheimer. Las estructuras Tau anormales forman marañas cerebrales —otra lesión característica del Alzheimer—.
Estudio de EE.UU. para PrOteger a través de una INTErvención del estilo de vida para Reducir riesgos (US POINTER)
La vejez es el mayor factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer. Con el envejecimiento de la población global —y el poco progreso en el campo del desarrollo y la evaluación de tratamientos farmacológicos— la prevención es crucial para gestionar el inexorable crecimiento a nivel global de casos de Alzheimer y otras demencias.
En 2014, Finlandia llevó a cabo un estudio de dos años a gran escala que se realizó en en adultos sanos de edad avanzada que padecían un elevado riesgo de degeneración cognitiva y demencia (Estudio finlandés de intervención geriátrica para la prevención del trastorno cognitivo y la discapacidad, también conocido como estudio FINGER). Esta investigación encontró que la combinación durante dos años de terapias compuestas por ejercicio físico, nutrición, estimulación cognitiva y vigilancia personal de factores de riesgo para la salud cardíaca tienen un efecto protector en la función cognitiva. Estos resultados fueron anunciados por primera vez en AAIC 2014 en Copenhague.
Según la investigadora secundaria principal, la doctora Laura Baker de la Facultad de Medicina Wake Forest en Winston-Salem (Carolina del Norte, EE.UU.), el estudio estadounidense para PrOteger a través de la INTErvención del estilo de vida para Reducir riesgos (US POINTER) está basado en el estudio FINGER. El estudio evaluará si dos años de intervenciones combinadas que incluyen ejercicio físico, orientación nutricional y modificación de los hábitos alimenticios, estimulación cognitiva y social, y mejora la gestión personal de comorbilidades médicas podrían beneficiar la función cognitiva en adultos de edad avanzada con un elevado riesgo de trastornos cognitivos y demencia. El grupo de comparación recibirá información sobre la salud, apoyo a través de reuniones de grupo presenciales que tratarán temas relacionados con la salud y el envejecimiento, y observaciones anuales sobre pruebas de laboratorio.
Empezando desde el 2018, se identificarán 2.500 participantes de 60 a 79 años para el estudio, realizando una búsqueda en expedientes médicos con el fin de seleccionar a aquellos con condiciones médicas que hayan sido relacionadas con un riesgo elevado de demencia (p. ej. hipertensión, otros episodios cardiovasculares, azúcar en sangre elevado, etc.). Se recolectará información sobre el historial familiar de Alzheimer, el nivel de actividad física, el estado cognitivo actual y el estado de ánimo durante entrevistas de seguimiento para identificar participantes aptos de manera más exhaustiva. Las oficinas locales de la Asociación del Alzheimer de los EE.UU. participarán en la intervención. Se desarrollarán colaboraciones a nivel nacional con organizaciones comunitarias para hacer entrega de los aspectos de la intervención relacionados con el ejercicio físico, la nutrición y los aspectos médicos y sociales.
El éxito de la intervención se basará en el cambio a lo largo de dos años, utilizando un sistema de medición global de la función cognitiva que se centra en la memoria a corto plazo, la atención y la concentración.
«Por ahora, no existen medicinas autorizadas que hayan producido resultados similares a los del estudio FINGER. Existe una necesidad acuciante de comprobar la efectividad de una intervención multidimensional del estilo de vida en poblaciones más grandes y diversas, como la de los EE.UU.», ha reflexionado Baker. «La intervención del estilo de vida en US POINTER es una importante estrategia multidimensional para proteger la salud del cerebro y, potencialmente, para reducir el riesgo de padecer demencia».
En el AAIC 2017 también se compartirán noticias sobre FINGER e información general sobre los estudios de prevención de Singapur (SINGER) y Australia (Conserva tu cerebro (´Maintain Your Brain´). El esfuerzo mundial, conocido colectivamente como WW-FINGERS, refuerza una red colaborativa de ensayos e investigadores experimentados para facilitar la armonización de métodos de investigación y el intercambio de experiencias e información para maximizar el impacto científico global.
Impacto clínico de las imágenes del cerebro a través de PET con amiloides – Resultados provisionales del estudio IDEAS
Lanzado en 2016, el estudio de cuatro años sobre imágenes que evidencian la demencia a través del escáner con amiloides (IDEAS) evalúa el impacto de las imágenes PET del cerebro tomadas con amiloides en la gestión del paciente y los resultados de salud. Los participantes son más de 18.000 beneficiarios de Medicare mayores de 65 con un deterioro cognitivo leve (DCL) o una demencia atípica que cumple con los Criterios del uso apropiado (AUC en sus siglas en inglés) para imágenes clínicas con PET de amiloides. Antes de las imágenes PET de amiloides cerebrales que detectan placas amiloides, una característica clave del Alzheimer, éstas se podían observar sólo durante las autopsias, haciendo mucho más difícil proporcionar un diagnóstico definitivo a los pacientes mientras estaban vivos.
En AAIC 2017, el doctor Gil Rabinovici, investigador principal del centro de memoria y envejecimiento de la Universidad de California en San Francisco, y sus compañeros mostraron los resultados precoces del estudio IDEAS, en el que se pudo evaluar cambios en la gestión de pacientes en los primeros 3.979 participantes, para los cuales un grupo de especialistas en demencia completaron informes antes y durante los 90 días después de las imágenes PET.
El informe previo a la PET documentó el plan de gestión del especialista asumiendo que no hubo acceso a PET con amiloide; el informe post-PET registra el plan de gestión médico aproximadamente 90 días después de recibir los resultados de un cerebro con PET amiloide con un agente de imagen beta-amiloide aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA).
Los investigadores midieron la tasa de cambio entre la gestión médica pre- y post-PET, incluyendo uno o más de los siguientes parámetros: La terapia farmacológica para la enfermedad del Alzheimer, otras terapias con medicamentos y orientación sobre la seguridad y la planificación futura. La edad media de los participantes era de 75 años (entre 65 y 95); al 64,4% se les diagnosticó DCL; el 35,6% cumplió con los criterios de la demencia. La presunta causa más común de trastorno cognitivo antes de la PET era Alzheimer (76,3%). La tasa de casos que resultaron positivos utilizando PET con amiloides fue del 54,3% en DCL y 70,5%, en demencia.
Los cambios en la gestión médica fueron observados en el 67,8% de los pacientes con DCL (el 47,8% con cambios en medicamentos para el Alzheimer, el 36% con cambios en otros medicamentos, y un 23,9% con cambios sobre la orientación). Además, también se observó un cambio en la gestión médica en el 65,9% de los pacientes con demencia (el 47,7% con cambios en medicamentos para el Alzheimer, el 32,2% en cambios en otros medicamentos y un 15,3% en cambios sobre orientación). Las imágenes con PET amiloide también redujeron la necesidad de realizar pruebas de diagnóstico adicionales, como pruebas neuropsicológicas (del 26,3% de los casos recomendados pre-PET al 11% de los casos recomendados post-PET), y redujeron también la necesidad de examinar el líquido cefalorraquídeo (de un 10,5% a un 1%).
«Nuestra hipótesis inicial fue que los resultados del escáner PET con amiloide cambiarían la gestión médica en un 30% de los casos», ha indicado Rabinovici. «Nuestros resultados provisionales sugieren que estamos en buen camino para ver un efecto de al menos esa magnitud, y a lo mejor incluso mayor, cuando los resultados finales estén disponibles».
«Estamos ansiosos de poder informar sobre los resultados del estudio completo de la población. Agradecemos a los Centros de Servicios Medicare y Medicaid (CMS en sus siglas en inglés) por su apoyo en el estudio IDEAS, ya que nuestros resultados indican que el acceso a esta tecnología está marcando una verdadera diferencia en el cuidado de los pacientes», ha añadido Rabinovici.
El estudio IDEAS es dirigido por la Asociación del Alzheimer y gestionado por el Colegio Americano de Radiología.
El estudio IDEAS fue desarrollado como respuesta a la Decisión de Cobertura Nacional (NCD en sus siglas en inglés) de 2013 de CMS sobre las imágenes PET con amiloides en casos de demencia y otras enfermedades neurodegenerativas (CAG-00431N), en la que se informaba que no cubriría los escáneres porque «las pruebas eran insuficientes para concluir que el uso de tomografía por emisión de positrones con imágenes beta-amiloide (Aβ) fuera razonable y necesaria para el diagnóstico o el tratamiento de enfermedades o lesiones, o para mejorar el funcionamiento de [...] los beneficiarios de Medicare con demencia o una enfermedad neurodegenerativa». Según la NCD, Medicare cubrirá un escáner PET con amyloide por cada paciente que forme parte de un estudio clínico aprobado.
Un grupo de trabajo compuesto por la Asociación del Alzheimer y la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SNMMI en sus siglas en inglés) desarrolló AUC para las imágenes PET con amiloides para el cerebro. El AUC indica que el uso de PET con amiloide sólo debería considerarse en pacientes con trastornos cognitivos claros y medibles, cuando la incertidumbre del diagnóstico es considerable incluso después de que un especialista en demencia haya realizado un reconocimiento exhaustivo. Según AUC, el uso de PET con amiloide podría tener una mayor utilidad en pacientes que tengan: (1) deterioros cognitivos leves progresivos e inexplicables; o (2) demencia de causa desconocida debida a síntomas atípicos o combinados, o un comienzo de enfermedad a una edad inusualmente temprana.
¿Un biomarcador circulante para placas amiloides?
Hay suficientes pruebas que evidencian que las beta-amiloides están implicadas en la causa y/o la progresión de la enfermedad de Alzheimer. A día de hoy, una punción lumbar o un escaneo PET puede detectar depósitos de amiloides en el cerebro, los cuales preceden a la enfermedad de Alzheimer y aumentan el riesgo de progresión de la demencia de esta enfermedad. Sin embargo, debido al nivel invasivo de la punción lumbar y a la radioactividad, disponibilidad limitada y el coste de los escáneres PET, existe una necesidad acuciante de desarrollar una prueba más práctica y simple para observar depósitos de amiloides, como por ejemplo una prueba de sangre.
Para poder investigar sobre biomarcadores circulantes de amiloide, el doctor Randall Bateman, y los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis han adaptado su ya publicado método ´Cinética vinculada a isótopos estables´ (SILK en sus siglas en inglés) a medir el nivel de la proteína amiloide en sangre: la rapidez con la que es creada y desechada por el cerebro.
Los participantes incluían 41 adultos en edad avanzada con o sin placas amiloideas en el cerebro; los pacientes tenían o bien un diagnóstico de Alzheimer de comienzo tardío o bien presentaban niveles cognitivos normales para su edad. Para la detección de placas amiloideas cerebrales, a todos los participantes se les realizaron pruebas para detectar los niveles de amiloide a través del escáner PET de amiloides cerebrales y/o el líquido cefalorraquídeo (LCR). Se realizaron pruebas de sangre durante 24 horas y éstas se analizaron de forma ciega, de modo que los investigadores no sabían qué pruebas contenían personas con amiloide positivo o negativo.
Los científicos encontraron que un tipo de amiloide (conocido como Aβ42), más largo y pegajoso, se creaba y desechaba con una rapidez considerablemente mayor en participantes con amiloide positivo que en aquellos con amiloides negativos. Los descubrimientos fueron similares a los de otros estudios previos realizados en LCR, lo que sugiere que los niveles de amiloide detectados en sangre pueden reflejar con exactitud la composición amiloide en el cerebro. Los resultados adicionales de un mayor estudio de validación también serán dados a conocer en el AAIC 2017.
«Estos descubrimientos son importantes porque apoyan la idea de que la sangre con amiloide interactúa con el cerebro y se deriva del mismo», confirmó Bateman. «También estamos exaltados porque los resultados también sugieren que la beta-amiloide derivada de la sangre puede ser útil como un examen de diagnóstico rápido y económico para placas amiloides cerebrales, y podría ser capaz de identificar personas con un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer de forma precoz».
«Disponer de una prueba de sangre simple y económica para realizar exámenes de detección probablemente acelerará los ensayos clínicos para descubrir medicamentos contra el Alzheimer. Y podría facilitar tratamientos generalizados cuando se hayan desarrollado terapias anti-amiloides efectivas», ha añadido Bateman. «Creemos que un día no muy lejano, como parte de un control habitual de colesterol y presión arterial, una persona podrá hacerse una prueba de sangre para detectar si la proteína amiloide se está formando en su cerebro, para así prescribirle distintos tratamientos específicos que prevengan el comienzo de la demencia de la enfermedad del Alzheimer. Esto sería similar al ya exitoso control por el que se evalúa y trata el colesterol elevado para reducir el riesgo de ataques al corazón y derrames cerebrales».
La investigación fue apoyada por la beca del premio Zenit de la Asociación del Alzheimer y el estudio NIH R01.
Caminos de expansión de las amiloide y tau en el cerebro, relacionado con genética
La habilidad de utilizar tecnología de imagen avanzada para "ver" las dos proteínas características del Alzheimer (amiloide y tau) en un cerebro con vida es un importante y reciente avance en este campo. Podría ser transformacional no sólo para nuestro entendimiento de la enfermedad y su progresión, sino también para el potencial que tiene para acelerar el descubrimiento de fármacos.
Según el doctor Jorge Sepulcre, del Hospital General de Massachusetts y catedrático de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, comprender el fénomeno de "expansión" de proteínas amiloide y tau anormales en el cerebro es un aspecto crítico para saber qué causa el devastador daño a las células y los implacables síntomas que padecen las personas con Alzheimer.
Sepulcre y sus compañeros han desarrollado un nuevo modo de procesar imágenes para investigar los caminos de expansión de los depósitos de tau y amiloide a lo largo del tiempo, además de sus vulnerabilidades, en un ejemplo longitudinal de participantes de avanzada edad en el estudio del cerebro en envejecimiento de Harvard (Harvard Aging Brain Study). Ochenta y ocho (88) participantes del estudio, cuya edad media era de 76 años, fueron separados en dos grupos independientes: (1) un grupo transversal de 69 personas; y (2) un grupo de seguimiento a largo plazo de uno a dos años de 19 sujetos.
Los investigadores han descubierto que las proteínas tau y amiloide parecen acumularse a lo largo de los caminos en el cerebro; para la función del día a día de nuestro cerebro utilizamos los mismos caminos de comunicación, también conocidos como redes neuronales. Según sus descubrimientos, tau —que sabemos que comienza en la zona central del centro de memoria del cerebro— se expanden hacia adelante y hacia afuera hacia la parte delantera del cerebro. Las amiloides —que empiezan en la parte posterior del cerebro— se expanden hacia atrás y hacia afuera desde el centro. Específicamente:
- Las áreas del lóbulo temporal medial e inferior proyectan caminos de expansión tau hacia el polo anterior, la corteza temporal lateral y posterior medial, y hacia la corteza orbitofrontal.
- La corteza cingular occipital expande la proteína Aβ hacia las áreas colindantes y el lóbulo parietal lateral.
Los científicos descubrieron que 354 genes estaban asociados de forma significativa con el camino de expansión de las tau, incluidas el gen MAPT (proteína tau microtubular), que ha sido previamente asociado con el riesgo de padecer la enfermedad Alzheimer. También encontraron que 216 genes, incluidos el gen CLU (clusterina), estaban asociados de forma significativa al camino de amiloide. Análisis adicionales caracterizaron el perfil genético expansivo tau como "una especie de neuroeje" y el perfil genético expansivo amiloide, como "una especie de dendrita". Se concluyó que APOE, el gen con el mayor impacto en el riesgo de padecer Alzheimer, es el gen más central que vincula los caminos de expansión tau y amiloide.
«Los resultados que mostramos en la AAIC 2017 sugieren que las proteínas tau y amiloide avanzan a través de sistemas cerebrales distintos con el tiempo», ha dicho Sepulcre. «También hemos descubierto algunos trazos genéticos que podrían conferir al cerebro vulnerabilidad hacia las tau y amiloides».
«Los descubrimientos podrían mejorar nuestra habilidad para rastrear respuestas derivadas de posibles intervenciones terapéuticas en el futuro», ha agregado Sepulcre. «Además, cuando otras terapias medicinales más efectivas estén disponibles, estos resultados podrían ayudar a doctores a determinar qué tratamientos se les debería ofrecer a qué pacientes, y cuándo sería el momento más óptimo para ofrecerlos».
Sobre la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (AAIC)
La Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (AAIC) es la mayor reunión mundial en la que se dan cita investigadores de todo el mundo especializados en Alzheimer y otras demencias. Como parte del programa de investigación de la Asociación del Alzheimer, AAIC sirve como un catalizador para generar conocimientos sobre la demencia y fomentar una vital comunidad colegial de investigación.
AAIC 2017 página de inicio: www.alz.org/aaic/
AAIC 2017 sala de prensa: www.alz.org/aaic/press.asp
Sobre la Asociación del Alzheimer
La Asociación del Alzheimer es la organización de salud voluntaria más pionera en lo referente al cuidado, apoyo e investigación del Alzheimer. Nuestra misión es erradicar la enfermedad del Alzheimer por medio de los avances de la investigación científica; ofrecer y mejorar el cuidado y el apoyo a todos los afectados; y reducir el riesgo de demencia promoviendo la salud cerebral. Nuestra visión es un mundo sin Alzheimer. Visita alz.org o llama al +1 800.272.3900.
- Laura D. Baker, PhD, et al. U.S. Geriatric Intervention Study to Prevent Cognitive Impairment and Disability (US-FINGER). (Funder: Alzheimer's Association)
- Gil D Rabinovici, MD, et al. Impact of Amyloid PET on Patient Management: Early Results from the IDEAS Study. (Funder(s): U.S. Center for Medicare and Medicaid Services, Alzheimer's Association, Eli Lilly, GE Healthcare, Piramal)
- Randall J Bateman, MD, et al. Concentrations and Stable Isotope Label Kinetics of Human Plasma Amyloid Beta. (Funder(s): U.S. National Institutes of Health, Alzheimer's Association)
- Jorge Sepulcre, MD, PhD, et al. In Vivo spreading Pathways of Tau and Amyloid Accumulation and Its Genetic Underpinnings. (Funder(s): U.S. National Institutes of Health, Alzheimer's Association)
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