CGTN: China refuerza la cooperación en materia de vacunas para combatir la COVID-19
PEKÍN, 15 de diciembre de 2022 /PRNewswire/ -- Desde la aparición de la COVID-19, el mundo ha corrido contra reloj en la lucha contra la pandemia que causó estragos en todo el mundo. Desarrollar vacunas seguras y eficaces es uno de los pasos más cruciales en la lucha contra el virus.
En los últimos casi tres años, China ha logrado avances en su investigación de vacunas contra la COVID-19 y ha dado pasos concretos para cumplir su compromiso de hacer de las vacunas un bien público global.
China a la vanguardia de la investigación de vacunas
En enero de 2020, los investigadores chinos revelaron rápidamente la secuencia genómica completa del virus después del primer brote epidémico a finales de 2019. La decisión de hacer pública la información fue elogiada por científicos de todo el mundo.
Jeremy Farrar, investigador médico y director de Wellcome Trust, una fundación benéfica con sede en Londres de investigación de salud, lo describió como un «momento potencialmente muy importante en materia de salud pública global - debe celebrarse» en un tuit.
En marzo de 2020, la vacuna de vector adenovirus, desarrollada por un equipo dirigido por la científica médica militar china Chen Wei, se convirtió en la primera vacuna en China aprobada para ingresar a ensayos clínicos.
Después de completar la primera fase de ensayos, la segunda fase de ensayos comenzó en abril. En ese momento, la vacuna de China contra la COVID-19 fue la primera del mundo en ingresar a la segunda fase de ensayos clínicos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otras investigaciones de vacunas contra la COVID-19 se llevaron a cabo simultáneamente, incluyendo la vacuna inactivada desarrollada por el Grupo Farmacéutico Nacional de China (Sinopharm) y la vacuna inactivada de la empresa farmacéutica Sinovac, con sede en Pekín.
A medida que el virus sigue mutando, China ha seguido avanzando en su investigación de vacunas durante los últimos tres años. A octubre de 2022, al menos 46 vacunas contra la COVID-19 se estaban probando en ensayos humanos a nivel nacional y más de 20 en ensayos clínicos en el extranjero.
Entre ellas, tres vacunas monovalentes inactivadas para variantes de Ómicron estaban siendo probadas para inmunización secuencial en China continental, en Hong Kong y en los Emiratos Árabes Unidos.
Esfuerzos para fortalecer la cooperación mundial en materia de vacunas
Las vacunas de China han desempeñado un papel crucial en la respuesta a nivel mundial a la pandemia, ofreciendo a los países más opciones ante la brecha de vacunas en todo el mundo.
En mayo de 2021, la OMS aprobó la vacuna Sinopharm contra la COVID-19 para uso de emergencia. Fue la primera vacuna China reconocida oficialmente por la OMS y la sexta vacuna aprobada para uso de emergencia a nivel mundial.
La OMS incluyó la vacuna en la lista de uso de emergencia por su «seguridad, eficacia y calidad», afirmó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en una conferencia de prensa.
En el mes siguiente, otra vacuna inactivada producida por Sinovac recibió la aprobación de la OMS para uso de emergencia.
En comparación con otras vacunas fabricadas por Moderna y Pfizer durante ese tiempo, la vacuna inactivada de China tenía una ventaja: podía almacenarse y transportarse en un refrigerador estándar a 2-8 grados Celsius. Es especialmente adecuada para los países en desarrollo que tienen instalaciones de almacenamiento y transporte de vacunas inadecuadas para almacenar grandes cantidades de vacunas a bajas temperaturas.
En mayo de 2022, la OMS dio luz verde para el uso de emergencia de la vacuna CONVIDECIA contra la COVID-19 creada por el desarrollador chino CanSino Biologics. Fue la tercera vacuna china después de Sinopharm y Sinopec en recibir la certificación de la lista para uso en emergencias de la OMS.
«El mundo necesita de manera urgente múltiples vacunas contra la COVID-19 para atender la enorme desigualdad de acceso en todo el mundo», afirmó la Dra. Mariangela Simao, subdirectora general de acceso a productos para la salud de la OMS, en un comunicado de prensa en junio de 2021.
También instó a los fabricantes a participar en el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (en inglés, COVID-19 Vaccines Global Access, COVAX), una iniciativa mundial que tiene como objetivo garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19 para países ricos y pobres para controlar la pandemia.
Desde que China se unió a COVAX en octubre de 2020, ha ofrecido continuamente ayuda en forma de vacunas a los países menos desarrollados. En agosto de 2021, China se comprometió a suministrar 2.000 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 al mundo a lo largo de 2021 y ofreció $100 millones de dólares a COVAX.
«Celebramos esta contribución de China, que permitirá un mayor acceso a las vacunas contra la COVID-19 a las personas más expuestas en los países de renta baja y media», afirmó el Dr. Seth Berkley, director ejecutivo de Gavi, la Alianza para la Vacunación.
Otras medidas incluyen $ 2.000 millones de dólares de ayuda internacional de China a los países en desarrollo para responder al impacto de la COVID-19 y crear un mecanismo de cooperación para que hospitales chinos se unan con 30 hospitales africanos.
A mayo de 2022, China había suministrado materiales para luchar contra la epidemia a 153 países y 15 organizaciones internacionales, incluidas 2.200 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19. El país también envió grupos de expertos médicos a 34 países y compartió su experiencia en respuesta a la epidemia con más de 180 países y organizaciones internacionales.
Las personas son la prioridad en la estrategia contra la pandemia de China
Desde el inicio de la pandemia, China ha considerado que proteger a las personas y sus vidas es una prioridad máxima, sin importar si están en el país o en el extranjero.
Al 7 de diciembre de 2022, se habían administrado alrededor de 3.450 millones de dosis de vacunas en todo el país. Más de 228 millones de personas mayores de 60 años recibieron la vacunación completa, lo que representa el 86 % de la población total de ese grupo de edad.
También se ofrecieron vacunas contra la COVID-19 a ciudadanos chinos que residen en el extranjero. En un plazo de tres meses después de que China implementara el programa de vacunas «Spring Sprout» en marzo de 2021, más de 1,18 millones de chinos que residen en el extranjero en más de 150 países habían sido inoculados con vacunas chinas o extranjeras.
El gobierno chino amplió la cobertura del programa de inoculación a ciudadanos extranjeros que viven en China al ofrecer vacunas chinas a extranjeros de edad elegible y ofrecer tratamiento oportuno a aquellos infectados con COVID-19. El país también ajustó las medidas de prevención y control para los extranjeros que ingresan a China.
FUENTE CGTN
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