Ante la noticia de que una segunda trabajadora de la salud de Dallas tuvo un resultado positivo en una prueba de ébola, National Nurses formula un llamado para que el presidente Obama expida un decreto ejecutivo en el que ordene a los hospitales cumplir las normas más estrictas para derrotar al ébola
--11.500 enfermeras tituladas se suman a una llamada en conferencia de alcance nacional para enfermeras sobre preparación
OAKLAND, California, 16 de octubre de 2014 /PRNewswire/ -- En vista del incremento de la preocupación en todos los Estados Unidos sobre la amenaza de un brote más extendido de ébola, National Nurses United (NNU) formuló hoy un llamado para que el presidente Barack Obama "apele a sus facultades ejecutivas" y les ordene a todos los hospitales de los Estados Unidos que cumplan "las normas y protocolos nacionales uniformes" más estrictos para "proteger a los pacientes, a todos los trabajadores sanitarios y al público de un modo seguro".
La petición, enviada por medio de una carta dirigida al presidente, se formuló el mismo día en que NNU, la organización de profesionales de la enfermería más grande de los Estados Unidos, realizó una llamada en conferencia de alcance nacional en la cual 11.500 enfermeras tituladas de todo el país se unieron para deliberar sobre los pasos que deben darse para enfrentar una enfermedad virulenta que la Organización Mundial de la Salud ha calificado como la crisis de salud más significativa de la historia moderna.
Durante la llamada, enfermeras tituladas de California, el Distrito de Columbia, Florida, Massachusetts, Michigan, Nueva York, Oregon y Texas describieron las preocupaciones generalizadas que existen en sus hospitales sobre un nivel inadecuado de preparación en momentos en que al menos dos enfermeras han tenido resultados positivos en pruebas del virus que causa el ébola en un hospital en el cual falleció un paciente infectado por la enfermedad.
La llamada tuvo lugar apenas unas horas después de que NNU diera a conocer una declaración en la cual las enfermeras tituladas que trabajan en el Texas Health Presbyterian Hospital de Dallas expresaron frustración y preocupación sobre lo que consideraron como una falta de preparación y capacitación en su hospital, el primero de los Estados Unidos en atender en primera instancia a un paciente afectado por el ébola que luego falleció, y ahora a una enfermera titulada infectada con el virus.
En la declaración, las enfermeras tituladas de Texas describen la confusión en el hospital sobre las políticas para responder ante los pacientes aquejados por el ébola, una capacitación previa y una disponibilidad de equipo personal protector apropiado que eran inadecuadas, y unas pautas cambiantes. En últimas, las enfermeras aseguraron que se sintieron "sin apoyo, mal preparadas y abandonadas para que manejaran la situación solas".
"Desafortunadamente, los problemas expresados por las heroicas enfermeras tituladas del Texas Health Presbyterian eran predecibles en nuestro sistema privado de atención de la salud, que es fragmentado y descoordinado, y son un reflejo de las preocupaciones que hemos escuchado de enfermeras de todos los Estados Unidos", dijo RoseAnn DeMoro, Directora Ejecutiva de NNU.
Las circunstancias de Dallas, que son un reflejo de las preocupaciones que han estado expresando enfermeras de todos los Estados Unidos, tanto en la llamada en conferencia como en una encuesta en línea organizada por NNU a la cual respondieron más de 2.500 enfermeras, son las que llevaron a NNU a formular el llamado para que el presidente Obama ordene la aplicación de normas de seguridad más estrictas en las instalaciones sanitarias de los Estados Unidos.
"Ni un solo paciente, enfermera o trabajador de la salud adicional debería ponerse en riesgo debido a la falta de preparación de las instalaciones sanitarias", afirmó DeMoro en la carta al presidente Obama. "Los Estados Unidos deberían estar dando ejemplo de cómo se contiene y se erradica el virus del ébola".
La carta dice además:
"A todo empleador del sector de atención de la salud se le debería ordenar que siga el principio preventivo y que establezca lo siguiente:
- Equipo personal de protección contra el ébola que sea óptimo y cumpla las normas más estrictas que aplica el University of Nebraska Medical Center.
- Trajes de protección contra materiales peligrosos que cubran todo el cuerpo y que cumplan la norma F1670 de la Sociedad Estadounidense de Pruebas y Materiales (ASTM, por su sigla en inglés) sobre penetración de sangre y la norma F1671 de la ASTM sobre penetración de virus, y que no dejen ninguna parte de la piel expuesta o desprotegida, así como respiradores a batería que purifiquen el aire, que estén aprobados por el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (National Institute for Occupational Safety and Health) y que tengan asignado un factor de protección mínimo de 50, o una norma más estricta, si es apropiada.
- Un mínimo de dos enfermeras tituladas que presten cuidados directos deberá atender a cada paciente afectado por el ébola y, cuando sea necesario según el criterio profesional de estas enfermeras, se deberán asignar enfermeras tituladas adicionales que no tengan a su cargo la atención de otros pacientes.
- Habrá capacitación interactiva continua con las enfermeras tituladas que hayan sido expuestas a los pacientes. También habrá capacitación y educación actualizadas y continuas para todas las enfermeras tituladas, la cual deberá responder a la naturaleza cambiante de la enfermedad. Esto implicaría una capacitación interactiva continua y el suministro de los conocimientos especializados que tengan las instalaciones sanitarias en las que se están aplicando medidas de contención de vanguardia.
- Si el empleador cuenta con un programa en el que se apliquen normas más estrictas que las del University of Nebraska Medical Center, deberá aplicarse la norma más estricta.
La pandemia de ébola y el contacto de los trabajadores de la salud con el virus representan un peligro claro e inminente para la salud pública.
Sabemos que si no se expiden estas órdenes a las instalaciones sanitarias, estamos sometiendo a un nivel de riesgo extremo a las enfermeras tituladas, los médicos y otros trabajadores de la salud. Ellos forman nuestra primera línea de defensa. Nosotros no enviaríamos soldados al campo de batalla sin equipo blindado y armas.
En conclusión, ni un solo paciente, enfermera o trabajador de la salud adicional debería ponerse en riesgo debido a la falta de preparación en las instalaciones sanitarias. Los Estados Unidos deberían estar dando ejemplo de cómo se contiene y se erradica el virus del ébola.
"Nada distinto de su orden de aplicar normas óptimas es aceptable para las enfermeras de esta nación", concluye la carta de DeMoro al presidente.
FUENTE National Nurses United
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